La Resistencia Cultural de abogados, abogadas y peritos en la Práctica Jurídica
Los abogados, abogadas y peritos judiciales se enfrentan a un profundo cambio cultural en su práctica debido al impacto de las nuevas tecnologías. Mientras la inteligencia artificial atrae gran atención en todos los sectores profesionales, muchos profesionales aún no han integrado de manera efectiva las herramientas tecnológicas en sus procesos diarios. Sorprendentemente, una cantidad considerable de ellos sigue gestionando sus casos con documentos en papel o agendas físicas, desaprovechando las ventajas que las nuevas tecnologías pueden ofrecer, como la reducción de errores y la optimización del tiempo.
Herramientas Tecnológicas en la Práctica Legal: Utilidades y Limitaciones
La resistencia a la adopción de estas tecnologías en el campo legal proviene en parte de una cultura arraigada en la tradición jurídica del papel (expedientes, escritos, agendas entre otros) y la experiencia personal. Ello ha provocado que abogados y abogadas tiendan a valorar sus métodos de trabajo convencionales, desconfiando de las soluciones digitales. Además, existe una preocupación legítima en cuanto a la confidencialidad y la seguridad de los datos, lo que a menudo crea barreras adicionales para la implementación de nuevas tecnologías. La falta de capacitación y comprensión de estas herramientas también puede contribuir a la resistencia.
Esto hace que muchas veces se utilicen soportes papel que insumen enormes gastos de tiempo y atención que distraen la atención de los profesionales de los problemas más importantes de su gestión así como generan riesgos de vencimientos de plazos entre otros problemas de gestión con graves consecuencias jurídicas.
Tampoco resuelven este problema el uso inadecuado y parcial de tecnologías en forma dispersa, como el uso de excel, word, docs o sheets de google, tal y como analizamos a continuación.
Herramientas Digitales parciales en la Práctica Legal
Para abordar estas cuestiones, algunos profesionales han recurrido al uso de hojas de cálculo de Excel. Si bien Excel es una herramienta versátil, y en su momento aportó un gran avance, lo cierto es que en la actualidad no es la más eficiente para tareas legales específicas, además de que resulta todavía menos eficiente si su uso es el tradicional sin vinculación on line. En la era online, todos usamos en nuestra labor dispositivos cuya conexión debe garantizarse sin interrupción para poder acceder a información a toda hora desde cualquier lugar. Excel ha quedado rezagado en este sentido y su empleo puede llevar a la dispersión de datos y dificultar la colaboración en tiempo real entre los miembros del equipo, así como impide la vinculación referenciada con datos de las causas que se llevan, y mucho menos permiten un buen sistema de agendamiento integral.
Otros profesionales han optado por utilizar procesadores de texto como Word o Google Docs para organizar y gestionar la información de casos legales. Aunque estas aplicaciones son adecuadas para la creación de documentos, carecen de las funcionalidades avanzadas necesarias para una gestión completa de casos. Su linealidad en la carga y la falta de vinculación adecuada con los datos que se requieren para una gestión elemental de las causas termina fragmentando la información y sirviendo, en el mejor de los casos, como un mero listado descontextualizado de las causas y tareas a realizar.
Por otro lado, algunos/as han encontrado en herramientas de gestión de proyectos una forma de organizar la gestión de sus causas. Sin embargo, estas herramientas no están diseñadas específicamente para la gestión legal y no satisfacen todas las necesidades de los profesionales del derecho, generando nuevamente fragmentaciones en el uso de herramientas digitales que terminan por generar más problemas que soluciones, incurriendo en el gasto de mayores cantidades de tiempo y recursos, además de no permitir un registro claro de las tareas pendientes y no resultar adecuadas a las demandas que surgen del trabajo colaborativo.
Liberium Legal: La Solución Innovadora
La resistencia a la incorporación de nuevas tecnologías persiste debido a la falta de comprensión y formación adecuada en su uso. Sumado a ello, los sistemas de gestión jurídica clásicos han quedado desajustados a la realidad tecnológica e implican grandes costos de cargas de datos de forma manual que sobrecargan la labor profesional. Además, los abogados a menudo enfrentan una curva de aprendizaje empinada al adoptar nuevas herramientas y sistemas, lo que puede llevar a la reticencia a cambiar.
Sin embargo, hay esperanza en el horizonte. Según un estudio realizado por Liberium Legal, estas tareas administrativas consumen entre un 50 y un 70% del tiempo profesional. Liberium Legal ha desarrollado una aplicación basada en Inteligencia Artificial (IA) que está revolucionando el panorama legal. Esta aplicación automatiza tareas repetitivas, como la gestión de documentos y recordatorios de plazos, liberando tiempo valioso para que los profesionales se centren en tareas estratégicas y de mayor valor.
Deben buscarse herramientas adecuadas a la práctica legal y sobre todo que cuenten con la suficiente flexibilidad para resolver problemas jurídicos concretos en forma sencilla y clara.
Conclusiones: Liberium Legal y la Transformación de la Práctica Jurídica
En conclusión, Liberium Legal ofrece herramientas de automatización y reemplazo de tareas repetitivas que pueden ayudar a los abogados y abogadas a adaptarse a la era de las nuevas tecnologías. La aplicación actúa como un puente entre la IA y las prácticas más tradicionales, permitiendo una transición suave hacia una forma de trabajo más eficiente y productiva. La transformación cultural de la práctica jurídica es inevitable, y Liberium Legal está liderando el camino hacia un futuro más tecnológico y eficaz en el campo legal. La clave está en la capacitación, la comprensión y la adopción gradual de estas herramientas para una práctica legal más efectiva y eficiente en la era digital.